Varios miles de trabajadores de AENA, unos 5.000 según fuentes sindicales, se manifestaron convocados por CCOO, UGT y USO el pasado sábado en Madrid contra la privatización del sector aeroportuario.
Las organizaciones han anunciado una huelga en todos los aeropuertos españoles a partir de Semana Santa y durante el verano, periodo que comprende las elecciones municipales del 22 de mayo.
El secretario general de la Sección Sindical de CCOO de AENA, César Revuelta, ha anunciado una huelga a partir de Semana Santa y «hasta que el Gobierno rectifique», al tiempo que ha añadido que el Ejecutivo «ha tenido su tiempo de negociación y lo ha desperdiciado».
Conviene recordar que AENA firmó hace varias semanas un protocolo con los sindicatos, en el que se compromete a mantener las plantillas cuando se privatice el 49% del valor de cada aeropuerto.
El secretario de Relaciones Institucionales de UGT-AENA, Raúl Gómez Alonso, ha responsabilizado al Gobierno de la huelga y ha pedido disculpas por adelantado «a aquellos que se van a ver afectados por los conflictos que se avecinan», así como por «el daño que se puede hacer a la imagen de España», aunque ha defendido que quien de verdad debería disculparse por ello son Zapatero y Blanco.
Precisamente, el ministro de Fomento ha sido uno de los protagonistas de las consignas que han recorrido las calles madrileñas al grito de «Así gobierna Blanco, por decreto como Franco», «Zapatero dimisión» o «Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga».
Contrarios a la privatización
Bajo el lema «No a la venta de aeropuertos. Por una Aena pública», los sindicato, que representan a unos 12.500 trabajadores de la plantilla excluidos los controladores, ha expuesto los motivos que les han llevado a manifestarse, y han coincidido en acusar al Gobierno de mentir a la ciudadanía y al Parlamento y de estar «al servicio de los intereses empresariales», puesto que han asegurado que el gestor público no es deficitario y «no cuesta un duro a los ciudadanos» al no tener cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Los sindicatos han advertido que con el nuevo modelo que se quiere implantar, además de poner en riesgo los puestos de trabajadores de la red aeroportuaria gestionada por AENA, los aeropuertos deficitarios «tienen las horas contadas».