Iberia ha anunciado que retira el test de embarazo que pedía a las mujeres que querían entrar a trabajar a la compañía. Inspección de Trabajo de las Islas Baleares ha impuesto una multa de 25.000 euros a la compañía a raíz de unos hechos detectados el año pasado. Una mujer que se negó a someterse a la prueba quedó al margen del proceso de selección para trabajar de tripulante de cabina de pasajeros (TCP), según el ejecutivo balear.
Iberia emitió ayer un comunicado en el que sin mencionar la sanción, indicó que era sólo una medida cautelar porque la normativa aeronáutica prohíbe volar a cualquier tripulante desde el momento que se sabe que está embarazada. La compañía señaló que no ha dejado nunca de contratar ninguna mujer por el hecho de estar embarazada si cumplía los requisitos por el puesto de trabajo. Sin embargo, informó que solo contrató en 2016 a seis mujeres embarazadas para realizar trabajos de handling.
En el caso de las tripulantes de cabina, cuando se sabe que están embarazadas pasan a hacer temporalmente otros trabajos en tierra. Pero la lectura del gobierno de las Islas ha sido otra, según Yago Negueruela, consejero de Trabajo del gobierno de las Islas. Manifestó que la compañía «tiene que desterrar es cualquier práctica que pueda limitar el acceso al trabajo por parte de la mujer trabajadora, en este caso en una cuestión tan sensible cómo es el embarazo».
Iberia informa que el porcentaje de mujeres en Iberia es del 46%, cifra que asciende al 71% en el caso de las TCP, gracias a esas medidas de favorecer el acceso al empleo, el embarazo y el cuidado de niños pequeños. Prueba de ello es que en 2016, el 38% de las TCP se acogieron a reducción de jornada para cuidado de niños pequeños. Y este verano, en el pico de actividad productiva, el 42% de las tripulantes de cabina de pasajeros de largo radio se ha reducido la jornada por la misma razón, de acuerdo con las figuras recogidas en el actual Convenio Colectivo.