La aerolínea Iberia puso la pasada semana en marcha el expediente de regulación de empleo (ERE) voluntario que anunció en abril, con el que recortará hasta 955 puestos de trabajo, según la información facilitada a los sindicatos.
La empresa hizo llegar a los comités de empresa de los colectivos de vuelo y de tierra su intención del ERE para abrir un periodo de consultas. Ahora los trabajadores tienen una semana para constituir una mesa de negociación del ERE, que afectará a todas las «áreas de la compañía en los centros de trabajo existentes a nivel nacional, con base en la existencia de causas técnicas, organizativas y productivas».
De momento se desconoce qué cupo de bajas se asignará a cada colectivo, pero el presidente de la aerolínea había señalado con anterioridad que afectaría mayoritariamente al área de Mantenimiento, oficinas centrales y en menor medida al hándling. También podría afectar a los tripulantes de cabina. Las bajas se darían sobre todo con prejubilaciones.
En los últimos años, unas 5.000 personas han salido de Iberia a través de los anteriores ERE puestos en marcha por la compañía. En el grupo IAG, del que es parte, trabajan unas 16.300 personas.