Las principales aerolíneas europeas, los pilotos y las organizaciones de tripulantes de cabina han unido fuerzas para exigir unas normas sociales decentes y unas reglas claras e iguales para el sector de la aviación en toda Europa.
El llamamiento se hizo durante la cumbre sobre aviación que tuvo lugar en Viena los pasados 3 y 4 de octubre, días después de que varios Ministros de Transporte de la UE instaran a la Comisión a presentar medidas concretas para conseguir una conectividad con responsabilidad social y garantizar una competencia sana y leal en el mercado europeo de la aviación.
Los años de mercado único europeo con libertad económica pero normativas laborales y sistemas de seguridad social segmentados han causado un perjuicio cada vez más evidente al sector. Algunas compañías aéreas ya no basan su competitividad en sus productos y servicios, sino en la «ingeniería» que hacen con sus políticas sociales y de contratación.
Las tripulaciones se enfrentan a un deterioro en sus condiciones de trabajo y a la precariedad de los contratos atípicos, que son consecuencia de las lagunas y las zonas grises de las normativas nacionales y europeas. A pesar de ello, la Agenda Social europea para la aviación -prometida en 2015 por la Comisión Europea- no ha tomado forma aún. Por eso, aerolíneas y trabajadores han propuesto varias medidas para tapar estos agujeros y pidiendo a los responsables que actúen con rapidez.
«Es hora de tomar medidas urgentes para aclarar la definición de la base de operaciones de las tripulaciones y garantizar que los pilotos y el personal de cabina estén cubiertos por la legislación laboral y de seguridad social local del país en el que tienen su base», ha declarado Dirk Polloczek, residente de European Cockpit Association (ECA). «Es hora de prohibir expresamente la figura del falso autónomo entre las tripulaciones, de limitar el uso sistemático de empleos atípicos -como los bróker o los contratos de cero horas- y de emprender cambios legislativos», continúa. «La revisión del Reglamento 1008/2008 de la UE sobre servicios aéreos será una oportunidad clave para integrar la protección social en el marco jurídico europeo, pero no podemos esperar hasta entonces. Es necesario -y posible- actuar ya».