Los pilotos de Iberia realizaron ayer el decimoséptimo día de huelga, lo cual evidencia el enquistamiento de las posiciones entre pilotos y empresa, enfrentados a raíz de la creación de la aerolínea filial Iberia Express. A causa del paro, se suspendieron 156 vuelos, varios de ellos de largo radio como las conexiones entre Barajas y Miami, Nueva York, México, Sao Paulo y Buenos Aires.
Los directivos de Iberia calculan que cada jornada de huelga comporta para la compañía tres millones de euros de pérdidas. Serían, por tanto, 51 millones el coste de protesta laboral para las finanzas de Iberia, que hace pocos días replicó con una baja da salarial del 20% aprovechando la reciente reforma laboral del Gobierno. El sindicato Sepla ha convocado paros los lunes y viernes hasta el próximo 20 de abril.