El cadáver de un pasajero clandestino fue encontrado el pasado jueves en el aeropuerto de Heathrow, en el interior del tren de aterrizaje de un Boeing 747-400 de British Airways que había despegado del aeropuerto de Ciudad del Cabo (República de Sudáfrica).
Según informa Air Journal, un portavoz de British informó que «no se trata de un pasajero o de un miembro de la tripulación», mientras que la policía indicó que se trataba de una muerte «no sospechosa». Al parecer, el hombre habría saltado la valla del aeropuerto cuando el avión se encontraba en la cabecera de pista o en sus inmediaciones, para inciar el despegue y el vuelo a Londres.
La sociedad que gestiona los aeropuertos de Sudáfrica ha confirmado la penetración de un individuo en el recinto aeroportuario y que un vigilante intentó detenerlo pero que por razones de seguridad no se pudo aproximar al avión» que estaba a punto de despegar.
Lo cual plantea una duda: ¿por qué no se avisó a la tripulación del 747 que había un polizón en el avión?
Según informó The Guardian, el vuelo duró unas 11 horas y media, y voló a una altura en la que escasea el oxígeno y se alcanzaron temperatureas de hasta -60º.