El 14 de septiembre seis aviones de combate AV-8B Harrier de los Marines de Estados Unidos fueron destruidos a raíz de un ataque suicida llevado cabo por insurgentes talibanes en Camp Bastion, en el sur de Afganistán. Al parecer, el objetivo era el príncipe Harry de la familia real del Reino Unido, que es piloto de helicóptero Apache. Seis Harrier americanos fueron destruidos y dos más resultaron dañados.