Una turista de nacionalidad polaca que se encontraba martes en el aeropuerto de Girona sufrió un paro cardiaco y gracias a los agentes de la Guardia Civil destinados en estas instalaciones, un médico que se encontraba al lugar de los hechos y un vigilante de seguridad pudieron salvarle la vida practicándole maniobras de reanimación cardiovascular así como usando un desfibrilador.
Los hechos se produjeron alrededor de las doce del mediodía de martes. La mujer se encontraba esperando un vuelo en las instalaciones del aeropuerto Girona-Costa Brava. En concreto, estaba en un restaurante de comida rápida del primer piso del edificio terminal cuando de pronto se empezó a encontrar mal. Entonces, decidió salir para airearse pero enseguida se desmayó y cayó al suelo.
La gente que se encontraba en aquella zona del aeropuerto empezó a pedir ayuda. Dos agentes de la Guardia Civil que se encuentran destinados al aeródromo se acercaron hasta la mujer alertados ya que podría haber sufrido un paro cardiaco ya que estaba inconsciente y co síntomas de asfixia. A continuación, le empezaron a hacer maniobras de reanimación a través de masaje cardíaco y respiratorio.
Además, se dio la casualidad que en el mismo lugar en aquel momento se presentó un hombre, también de origen polaco, que al ver los hechos se identificó como médico y ayudó en las tareas de reanimación. Este le empezó a hacer la maniobra de Guedel, que tiene como objetivo evitar que la lengua le impida respirar.
