SEPLA se solidariza con las víctimas de la catástrofe de Barajas en el segundo aniversario

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) quiere honrar la memoria de las 154 víctimas mortales del accidente aéreo ocurrido hace dos años (19-8-2008) en las pistas de Barajas, con especial recuerdo a nuestros compañeros Antonio García, Francisco Javier Mulet y José Fernández. Desde este Sindicato, apoyamos y seguiremos apoyando a todos los familiares de las víctimas ante su irreparable pérdida.

Dos años después del siniestro, seguimos sin un informe final que esclarezca las causas que desencadenaron el accidente. La reciente «nota de progreso» publicada por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), aunque necesaria, no cumple con las normas internacionales en materia de investigación de accidentes, no aporta ningún dato nuevo sobre lo revelado con anterioridad, y pospone para diciembre la publicación del informe final.

Aunque con un año y medio de retraso, esperamos que este documento definitivo contenga un diagnóstico profundo y minucioso sobre las causas del accidente. Un accidente se produce siempre por una cadena de fallos, y por ello es imprescindible una investigación y análisis que no se limiten a enunciar los errores más superficiales.

 

Hasta hoy, la lentitud en las actuaciones de la CIAIAC ha sido la nota dominante. El siniestro de Barajas cuenta con dos precedentes claros; el accidente de Detroit, en 1987, en el que la Comisión americana (NTSB) necesitó tan sólo nueve meses para emitir el informe final; y el incidente de Lanzarote, en 2007, cuyo informe ha tardado más de dos años en publicarse. Si en este último caso la CIAIAC hubiera emitido un informe con celeridad, muy probablemente el accidente de Barajas se hubiese evitado.

 

Por todo ello, instamos a los nuevos responsables de la CIAIAC a analizar en profundidad todos los factores que contribuyeron al accidente, y realizar un informe con recomendaciones de efectiva aplicación, que logren eliminar los fallos ocultos del sistema. El fin último de la CIAIAC no es otro que garantizar y mejorar la seguridad aérea, para lo que podrá contar siempre con el apoyo y colaboración de SEPLA.

 

Edición: José Fernández

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