El piloto y nueve pasajeros de un avión monoturbohélice de la compañía Rediske Air fallecieron el pasado domingo cuando el De Havilland DHC3-T Otter en el que viajaban se estrelló durante la maniobra de despegue, en el aeropuerto Soldotna de Alaska.
A causa del impacto contra el terreno el aparato se incendió al instante, sin que los bomberos de la instalación pudiesen rescatar con vida a ninguna persona.
Los pasajeros eran miembros de dos familias que se dirigían a observar osos en Bear Mountain Lodge, en la península de Kenai, donde existe una pequeña pista de aterrizaje. La Oficina de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (siglas NTSB) especula con dos posibles causas del siniestro: fallo de motor o bien mala distribución de la carga del avión.