Empleados de tierra del aeropuerto Schiphol de Amsterdam descubrieron el pasado jueves el cuerpo sin vida de un joven noruego de 17 años, en el interior del tren de aterrizaje de un Embraer E-190 de KLM Cityhopper (matrícula PH-EZC), que acaba de aterrizar procedente de Sandefjord (Noruega). Según informan diversos medios, la muerte se produjo por falta de oxígeno. Al parecer, el fallecido padecía autismo.