Los dos motores del turbohélice ATR 72-600 de TransAsia que miércoles se estrelló y cayó a un río en Taiwán fallaron. Esta es una de los primeros datos que se han obtenido después de examinar las dos cajas negras del aparato accidentado.
Según el equipo encargado de la investigación del siniestro, un motor se paró poco después de haberse elevado el aparato y cuando aún estaba en fase de ascenso a menos de 400 metros de altura. El piloto intentó volverlo a poner en marcha, pero no pudo y a continuación falló el otro motor. En un minuto el avión descendió hasta solo 90 metros de altura.
En este contexto, si se confirman estos datos, los pilotos poco podían hacer pues aunque el avión puede volar con un solo motor, se considera que puede hacerlo cuando alcanza una altura de crucero.
El avión había depegado con 58 personas a bordo y el fatídico vuelo duró 3 minutos y 23 segundos. Otro dato que divulgan las agencias de noticias es el referido a la trayectoria del avión. al parecer los pilotos habrían hecho dos maniobras para evitar que el aparato impactase contra edificios.
Un minuto antes de caer al río, se registraron cinco alertas automáticas indicando que el avión estaba perdiendo la potencia mínima necesaria para poder mantener el vuelo. Poco antes del accidente, el piloto del avión pidió auxilio por el incendio de uno de los motores.
El balance de muertos se eleva a 35 personas y hay ocho desaparecidos, a los que también se da por muertos. Unas 15 personas sobrevivieron al siniestro.
