El piloto del avión Fairchild Metro que ayer se estrelló al disponerse a aterrizar en el aeropuerto de Cork (Irlanda) es Jordi Solà López, de 31 años, cuya familia reside en Manresa. Solà perdió la vida junto con el copiloto del avión y cuatro pasajeros más. En el aparato viajaban 12 personas, de las que seis resultaron heridas.
Solà se formó como piloto en el aeropuerto de Sabadell, en la escuela Top Fly, y pasó a pilotar los Fairchild Metro que operaba Top Fly en las Islas Canarias. Precisamente, el avión siniestrado, EC-ITP, perteneció a Top Fly y después pasó a manos de la empresa Air Lada, que lo había alquilado a Manx2, la aerolínea que cubría la ruta entre Belfast y Cork y cuyo vuelo de ayer acabó en tragedia. Solà hacía poco tiempo que había sido nombrado comandante de aeronave.