Cristina Cuerno Rejado e Isabel Pérez Grande han sido nombradas catedráticas de Universidad, siendo la segunda y la tercera ingeniera aeronáutica que alcanzan la máxima categoría docente en España.
La ingeniería aeroespacial, una profesión tradicionalmente masculina, poco a poco va siendo testigo de cómo la mujer se incorpora a los equipos de trabajo, a las actividades investigadoras y a las aulas. Pero aún queda un largo camino por recorrer y los números son un fiel reflejo de la realidad industrial y académica. Por eso, el nombramiento de dos profesoras de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) como nuevas catedráticas de Universidad es un hito en la historia de esta rama de la ingeniería.
Hasta el momento sólo tres ingenieras aeronáuticas han conseguido romper los estándares y alcanzar el puesto de catedrática de Universidad en España. Abrió el camino, en 2009, Ana Laverón Simavilla, directora del E-USOC y también profesora de la ETSIAE de la UPM (aunque en el momento de su nombramiento estaba adscrita a la ETSI Aeronáuticos).
Y ahora le siguen estas dos profesoras que quieren poner el acento en esa menor presencia femenina en esta profesión. «Creo que las razones que explican que haya muy pocas mujeres en nuestras aulas son educativas y socioculturales, que actúan como barrera disuasoria para las mujeres, no sólo en el ámbito aeroespacial, sino también en todas aquellas profesiones que tradicionalmente se han definido como masculinas», sostiene Cristina Cuerno. Por su parte, Isabel Pérez confirma que no es una situación exclusiva de nuestro país, pues en los proyectos espaciales internacionales en los que trabaja también hay pocas mujeres, pero reconoce que «no hace falta ir tan lejos, ya que en los puestos de responsabilidad de nuestra universidad la presencia femenina es minoritaria, lo que requiere una reflexión seria».
El hecho de que los estudios de Ingeniería Aeronáutica hayan estado durante un tiempo ‘vetados’ a la mujer por el carácter militar que tuvieron en los años de la posguerra, lógicamente ha supuesto un retraso en la normalización del porcentaje de mujeres en las aulas. La primera mujer se matriculó en el curso 1964/1965, pero no fue hasta casi una década después (curso 1973/1974) cuando se titula la primera de ellas.
Tanto Cristina como Isabel son catedráticas en el área de conocimiento «Ingeniería Aeroespacial», pero profesionalmente sus ámbitos de docencia e investigación son muy diferentes.
Entusiasta de lo aeronáutico
Cristina Cuerno Rejado, adscrita al departamento de Aeronaves y Vehículos Espaciales, es ingeniera aeronáutica por la UPM (1987) y fue la primera mujer en alcanzar el nivel de doctora en esa misma área (1992). Entre las asignaturas que imparte, se encuentran: Tecnología Aeroespacial; Aeronaves de Ala Fija; Mantenimiento y Certificación de Aeronaves; Vehículos Aeroespaciales; Diseño, Cálculo y Certificación de Aeronaves, y Sistemas No Tripulados. Además, dirige el curso de formación continua «Investigación de Accidentes e Incidentes de Aeronaves», título propio de la UPM.
Sus líneas de investigación se centran en el diseño conceptual de aviones de transporte en configuración convencional y no convencional; el diseño de aeronaves no tripuladas (RPAS); la aeronavegabilidad y certificación de aeronaves, y la investigación de accidentes de aviación. Como experta en este último campo es vocal del pleno de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación (CIAIAC).
«Podemos ser un ejemplo motivador para nuevas vocaciones que pueden ver que sí es posible llegar alto en esta profesión», concluye, recordando con cariño como en su habitación compartían pared imágenes del tenista Bjon Borg, una cabina del Boeing 747 y la cosmonauta rusa Valentina Terserhkova, su gran heroína.
Apasionada del espacio
Isabel Pérez Grande, adscrita al departamento de Mecánica de Fluidos y Propulsión Aeroespacial es ingeniera aeronáutica por la UPM (1993) y doctora ingeniera aeronáutica (2001). Su perfil docente se reparte entre una asignatura básica como es Termodinámica y una de carácter tecnológico, Control Térmico Espacial. «En investigación básica cada vez hay más mujeres, pero esto no ocurre en materias tecnológicas y en particular en las vinculadas al espacio», reconoce.
Responsable del Grupo de Investigación Desarrollo y Ensayos Aeroespaciales, destaca su experiencia en ciencias y tecnologías espaciales, y en diseño térmico y optimización. Actualmente participa en el control térmico del microsatélite UPMSat-2, pero ya fue parte del equipo de su antecesor, el UPMSat que se lanzó en julio de 1995, en sus años de estudiante. «No me puedo olvidar en estos momentos de las personas que me dieron la oportunidad de integrarme en sus equipos de trabajo, donde que adquirí conocimientos y destrezas fundamentales para ahora alcanzar esta meta», agradece. «Ahora, del mismo modo, toca seguir trabajando y ayudar a los jóvenes a que crezcan profesionalmente».
Precisamente por ese trabajo en el Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio Da Riva obtuvo el premio Amelia Earhart en su edición de 1996, concedido por la Fundación Zonta Internacional de Estados Unidos en homenaje a la aviadora americana. Su objetivo es la promoción de la mujer en el área aeroespacial, reconociendo a destacadas jóvenes investigadoras e Isabel fue una de las primeras españolas en recibirlo.
Cifras de interés
En la Universidad Politécnica de Madrid, hay un total de 319 profesores en la categoría de catedráticos, de ellos 44 son mujeres (13,79%), siendo la ETSI Agrónomos, la que cuenta con el mayor número de catedráticas. En el caso de la ETSI Aeronáutica y del Espacio, la incorporación de Cristina e Isabel eleva la cifra de catedráticas a seis, con lo que el porcentaje de hombres y mujeres en esta categoría se sitúa en 80% para el género masculino y un 20% para el femenino.
Las seis catedráticas de la ETSIAE son, por orden de nombramiento: Ana Laverón Simavilla (área de conocimiento: «Ingeniería Aeroespacial»), Rosa María Masegosa Fanego (área de conocimiento: «Ingeniería Química»), Catalina Salom Coll (área de conocimiento: «Ingeniería Aeroespacial»), Margarita González Prolongo (área de conocimiento: «Ciencia de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica»), Cristina Cuerno Rejado (área de conocimiento: «Ingeniería Aeroespacial») e Isabel Pérez Grande (área de conocimiento: «Ingeniería Aeroespacial»).