Porros de cannabis y alcohol. Esa parece ser la peligrosa mezcla que podría haber consumido alguno de los controladores aéreos del aeropuerto de Cayenne, en la Guayana Frances, durante las horas de servicio o bien durante las ocho horas anteriores a la incorporación al puesto de trabajo, según ha destapado el diario Le Figaro. El rotativo interceptó un escrito del director del centro de control titulado «Comportamientos peligrosos e incompatibles de ciertos agentes», según publicó en su edición del pasado 14 de julio. En el documento se hace un llamamiento al orden a los controladores de la Dirección General de Aviación Civil francesa, subrayando que algunos comportamientos son «incompatibles con la seguridad».
En el texto, fechado el pasado 28 de junio, se pide que cese el consumo de bebidas alcohólicas en el centro de control, de fumar cannabis y de ingerir otras drogas o sustancias psicoactivas, que se detallan de forma exhaustiva. Se recuerda que estas drogas afectan «al cerebro y disminuyen la capacidad de juicio y de razonamiento, a la vez que alargan el tiempo de reacción». Los consumos podrían haberse producido durante las ocho horas anteriores a la incorporación al puesto de trabajo, lo cual esta prohibido.
Le Figaro explica que los controladores tienen durante la semana hasta cuatro jornadas libres en las que «podrían abandonarse a los placeres de los sentidos», sin vulnerar la ley. No obstante, considera que el escrito del jefe de los controladores «cuestiona claramente la seguridad del aeropuerto de Cayenne Rochambeau, que el pasado año fue el 27 aeropuerto francés por tráfico con unos 420.000 pasajeros».
De esta noticia se ha hecho eco también el diario Le Monde en su edición del día 15 de julio.