La aerolínea estadounidense United ha vuelto a deteriorar su imagen al expulsar por la fuerza de uno de sus aviones a un pasajero que tenía todo el derecho a viajar. El suceso se produjo el pasado domingo por la noche en el aeropuerto de Chicago, del que debía partir el avión con destino a Louisville.
La escena fue grabada por al menos dos pasajeros y muestra como dos personas de seguridad sacan por la fuerza y de malas maneras a un pasajero, al que arrastran por el pasillo. El perjudicado pudo regresar después al avión, que despegó con dos horas de retraso.
El conflicto se originó al pedir los responsables del vuelo que cuatro voluntarios cediesen sus asientos, para que pudiesen viajar tripulantes de la compañía, que debían volar a Louisville a fin de encargarse de un vuelo y evitar que se suspendiese. Inicialmente ofrecieron 400 dólares, una noche de hotel y un nuevo billete de avión.
Lo oferta no surtió efecto y acto siguió se anunció que la indemnización pasaba a ser de 800 dólares. Hubo voluntarios pero aún faltaba por desalojar un asiento, de modo que dos miembros del personal de seguridad de United Airlines escogieron a un pasajero, que dijo ser médico y que necesitaba llegar a su destino pues tenía pacientes que atender.
La extracción del pasajero de su asiento fue violenta (su cabeza se golpeó con el reposabrazos de un asiento) y disgustó a otros pasajeros, que expresaron su rechazo por las formas empleadas. El vídeo se viralizó ayer por las redes sociales y obligó a United a emitir un comunicado disculpándose y prometiendo que se investigaría lo ocurrido para depurar responsabilidades.