Delta Airlines expulsó de un avión a una pareja y su hijo de dos años por ocupar éste un asiento que habían pagado. La tripulación le indicó al padre, Brian Schear, que debían ceder la butaca, comprada inicialmente para otro de sus hijos, a otro pasajero. Ante la insistencia del pasajero, una agente aeroportuaria llegó a amenazarle con ir a la cárcel si no cumplía las órdenes. / Esta noticia se puede leer en www.elpais.com.