William Grubbs, copiloto de un vuelo de American Airlines, falleció el miércoles 29 de marzo a los mandos de un Boeing 737-800 cuando se encontraba en la fase de aproximación final al aeropuerto de Alburquerque, en Nuevo Mexico (EEUU).
El aparato, que hacía menos de una hora que había despegado del aeropuerto de Dallas Fort Worth, se encontraba a unos tres kilómetros de la pista cuando el copiloto se desmayó. El piloto dio un aviso de «urgencia médica» a la torre de control y completó el aterrizaje con normalidad.
Los servicios de emergencia practicaron reanimación cardiopulmonar al copiloto durante 35 a 40 minutos, tras lo cual se constató su fallecimiento.