Top Fly cierra y destroza la formación de 60 alumnos que pagaron el curso por adelantado



La escuela de pilotos Top Fly, con sede en el aeropuerto de Sabadell, ha cesado la actividad formativa que a duras penas reinició el pasado 12 de febrero, después de que la plantilla del centro estuviese en huelga desde el 19 de enero anterior, para reivindicar que la empresa les pagase las nóminas de los cuatro meses anteriores.

Esta semana los acontecimientos negativos se han instalado de nuevo en la escuela y todo apunta que los aviones de Top Fly ya no volverán a volar. El pasado martes agentes de la Guardia Civil procedieron a precintar buena parte de la flota de Top Fly, para ejecutar embargos que habría instado la Seguridad Social y Hacienda, que llevaban meses sin cobrar las cuotas de la empresa. 

El jueves 5 de mayo el gerente de Top Fly, José Azemar, comunicó a los alumnos que el cierre total se realizará el próximo 10 de junio y que hasta entonces se intentará impartir clases teóricas a los 60 alumnos de la escuela. Informaciones no contrastadas por ahora por AeroTendencias.com apuntan que de los 30 empleados de Top Fly, una decena podrían seguir impartiendo clases hasta el día 10 del próximo mes. Antes de iniciarse el conflicto laboral Top Fly tenía 43 empleados en Sabadell y Huesca.

Hoy, los 60 alumnos y familiares de éstos se han reunido en Top Fly en asamblea con el letrado que les asesora, a fin de decidir las actuaciones judiciales que emprenderán para hacer valer sus derechos. Según informó un alumno, «la gran mayoría de afectados hemos pagado anticipadamente los cursos para obtener la licencia de piloto, unas cantidades que van entre 45.000, 70.000 o 90.000 euros, según el caso». El afectado comentó que realiza el curso de piloto de helicóptero y que hasta ahora ha volado unas 60 horas en el biplaza Robinson R22. De las 50 horas de vuelo que tiene pendientes, una parte debe realizarlas en el helicóptero Ecureuil de la escuela, y son precisamente las más costosas, unos 1.500 euros la hora.

Demanda judicial

La demanda judicial por la via civil ya está en una fase avanzada de redacción y mediante la misma se reclamará la restitución y devolución del dinero pagado por los afectados, pues Top Fly ha incumplido por completo el contrato de formación. El bufete que asesora a los alumnos, también estudia si los actuales o anteriores administradores de Top Fly han podido incurrir en algún tipo de irregularidad en la gestión, que pudiese constituir algún tipo de ilícito penal.

Los alumnos han informado de la situación en la que se encuentran a la Agencia Catalana del Consumo y a la Agencia Española de Seguridad Aérea, que depende del Ministerio de Fomento. En los últimos años han cerrado en España varias escuelas de pilotos, sin que haya cambiado la normativa ni las inspecciones, para garantizar la viabilidad de estos centros, que ofrecen una formación de carácter oficial y trabajan con una licencia expedida por la Dirección General de Aviación Civil.

Las instituciones no les apoyan

El alumno manifestó que «pedimos a las administraciones, especialmente a la Generalitat de Catalunya, que nos apoyen y que estén al lado de una escuela que hasta no hace mucho tiempo tenía un prestigio reconocido, no solo dentro de España sino también a nivel europeo. En los últimos años dos consellers de la Generalitat visitaron la escuela y hablaron de la importancia que significa tener un centro como este en Cataluña. Ahora resulta que mientras Top Fly se va a la quiebra, aparecen informaciones que explican que la Generalitat de Catalunya estudia la posibilidad de ayudar a la creación de una escuela de pilotos en Girona, con el impulso de Ryanair. Es una lástima que las compañías establecidas en Cataluña, no reciban el mismo apoyo del gobierno catalán, para liderar proyectos parecidos y salvar una veterana y prestigiosa escuela de pilotos como Top Fly».

Texto y edición: José Fernández