Trece personas, la mayoría niños, murieron ayer sábado al estrellarse un pequeño avión de carga contra un colegio cercano al aeropuerto internacional de Manila (Filipinas). La mayoría de víctimas son niños que estaban jugando en el patio cuando el avión se estrelló. Además, decenas de personas resultaron heridas, la mayoría con quemaduras, y fueron trasladadas a distintos hospitales. Al menos 50 edificios quedaron dañados.
Al parecer, el avión, con solo tres personas a bordo, tuvo problemas en el motor instantes después de de despegar, dijo Ramón Gutiérrez, jefe de la autoridad de aviación civil de Filipinas. Manifestó que la aeronave se incendió tras desplomarse sobre una escuela de primaria agregó. El piloto del avión, de seis a ocho asientos, envió una llamada de emergencia poco después de haber despegado del aeropuerto de Manila rumbo a la isla Mindoro.
