El juez Javier Pérez, que instruye la causa por el accidente de un avión de Spanair al aeropuerto de Barajas en el que murieron 154 personas el 20 de agosto de 2008, ha cerrado la investigación del caso. El magistrado ha decidido mantener la imputación a dos técnicos de la aerolínea, José Antonio Viñuelas y Felipe García Rodríguez. En cambio, ha acordado retirar la imputación contra el jefe de mantenimiento, el jefe de la división de mantenimiento en línea y el jefe de calidad de la compañía aérea. La causa contra estas tres personas queda archivada.
Según el juez, los dos técnicos tendrían que haber continuado revisando el aparato hasta localizar el error «sumamente extraño» que lo afectaba, en vez de despachar el avión sin que el problema estuviera identificado. El magistrado afirma que los dos técnicos tampoco consultaron el libro de incidencias del avión, en el cual constaba que el día anterior había tenido dos averías en el mismo sistema.
Además de los otros tres técnicos que quedan fuera del proceso, el magistrado ha rechazado imputar al director del aeropuerto de Barajas, Miguel Ángel Oleaga, y al *subdirector de Spanair, Javier Mendoza Sánchez. A pesar de esto, mantiene abierta la causa contra las entidades mercantiles Spanair SA y la compañía de seguros Mapfre como posibles responsables civiles.
El juez ha dictado una resolución que transforma las diligencias en procedimiento abreviado, ya que aprecia indicios de delito en los encausados. A los dos técnicos procesados se les imputan 154 delitos de homicidio imprudente y 18 delitos de lesiones imprudentes.