Cuando la nave espacial Atlantis, sea lanzada desde el centro espacial de Cabo Cañaveral el próximo 8 de julio para su última misión, habrá llegado el fin a la flota de transbordadores espaciales. Porque el vuelo STS-135 será al mismo tiempo el último de un transbordador espacial.
Durante tres décadas, los vehículos orbitales de la NASA han transportado al espacio instalaciones experimentales, plataformas tecnológicas, satélites, sondas y telescopios, además del laboratorio espacial Spacelab y el módulo Columbus de la Estación Espacial Internacional (ISS), construído bajo la dirección de Astrium, el líder de las empresas espaciales europeas.