El fabricante brasileño Embraer ha mostrado su decepción porque la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha cancelado la compra de 20 aviones Super Tucano, valorados en 355 millones de dólares, con los que se pretendía equipar a la fuerza aérea de Afganistán. El anuncio se realizó a finales de 2011 y entonces se comunicó que Embraer se había asociado con la empresa norteamericana Sierra Nevada Corporation. El proycto consistía en equipar a los aviones para la lucha contra la insurgencia. Sin embargo, el fabricante estadounidense Hawker Beechcraft protestó porque se había descartado su avión AT-6. Tildó la adjudicación de injusta o irregular y presentó una demanda en los tribunales por considerar que su propuesta era más económica y ventajosa.