Nuestra aviación, la Aviación General y Privada, requiere de libertad de acceso al espacio aéreo, que no es propiedad del Estado o del Gobierno, ni de AENA ni de las antiguas y obsoletas compañías aéreas de bandera.
El espacio aéreo es del pueblo y su acceso, dentro de unas mínimas normas de convivencia y seguridad, es de todos. Este es el gran secreto por el que la Aviación General en Norteamérica es el 70% de la mundial.