El Aeropuerto de Barcelona-El Prat siguió optimizando la gestión de sus recursos y residuos durante el 2011. Pese al crecimiento de pasajeros (un 17% anual respecto al año anterior), la mayoría de indicadores señala una reducción en el consumo de los recursos. Eso se traduce en que la instalación ha sido más eficiente teniendo en cuenta que ha utilizado menos recursos para servir a más personas. El departamento de Medio Ambiente de la instalación realizó 141 controles a empresas concesionarias y contratistas para velar por la correcta gestión de los recursos.