Lo consiguió. El avión gigantesco y liviano avión experimental Solar Impulse, pilotado por André Borschberg, ha permanecido en el aire más de 26 horas y 9 minutos, con lo cual ha completado el primer vuelo nocturno de un avión propulsado por energía solar, es decir, sin contaminar el medio ambiente.
Es, por tanto, un hito histórico que supone un paso decisivo para realizar el gran objetivo del proyecto: construir otro avión similar con el que realizar en 2012 la vuelta al mundo en diferentes etapas, utilizando siempre la energía solar que captan las células fotovoltaicas que lleva el avión adosadas en sus alas y que recargan las baterías. En un lejano horizonte está la posibilidad de conseguir el vuelo perpetuo.