En Sierra Nevada (Andalucía), Yabal Sulayr (Monte del Sol) como la denominaban los árabes, los restos de 11 aeronaves militares y civiles se encuentran entremezclados con las rocas metamórficas que forman esta cadena montañosa, que se precia de tener entre sus cimas el relieve más alto de la Península Ibérica, el Pico Mulhacén, con 3.478 metros.
Avionetas deportivas y de entrenamiento, aviones de pasajeros y carga, helicópteros e incluso un bombardero “aterrizaron “por ultima vez aquí cerca de la montaña más alta de la Península Ibérica, algunos a 3.000 metros de altura.
En algunos casos fueron accidentes realmente trágicos, con una elevada pérdida de vidas humanas; en otros, éstos pueden tratarse, sencillamente, de un milagro. El libro «Los aviones de Sierra Nevada» (24 euros sin IVA), del que es autor Michel Lozares Sánchez, explica en 264 páginas las incidencias de estos accidentes.