¿Exagerado afirmar que una única pieza de maquinaria contribuyó de modo decisivo a ganar una guerra? Puede que sí, pero hay razones para afirmarlo. El motor Rolls Royce Merlin, 12 cilindros en ‘V’, refrigerado por líquido, con más de 1.100 CV, equipó aviones como el Hawker Hurricane, el Supermarine Spitfire, el de Havilland Mosquito y el bombardero Avro Lancaster.