Ocurrió el sábado 5 en Windsor (Canadá). El australiano Matt Hall luchaba por el primer puesto de la tanda de clasificación cuando la punta del ala izquierda rozó con el agua. A continuación, tocó también con la punta del plano derecho y la rueda derecha también se hundió. Pero Hall tuvo los suficientes reflejos para controlar el aparato y elevarlo ligeramentre, lo suficiente para salir bien parado de ese complicado trance. La Red Bull Air Race gana en espectacularidad con este incidente que ha dado la vuelta al mundo.