El suceso se produjo el pasado miércoles en el aeropuerto de Toowoomba (Australia), cuando el piloto del Beechcraft G58 Baron se percató que el tren delantero carecía de rigidez para soportar el aterrizaje.
El suceso se produjo el pasado miércoles en el aeropuerto de Toowoomba (Australia), cuando el piloto del Beechcraft G58 Baron se percató que el tren delantero carecía de rigidez para soportar el aterrizaje.